¿Qué es el GLP?


El GLP es la sigla derivada de Gas Licuado de Petróleo. Este es un combustible derivado que se obtiene de la refinación del petróleo y de procesos de separación del gas natural, el cual luego es sometido a un proceso de licuación para facilitar su manipulación y transporte.
El GLP es el combustible alternativo más utilizado a nivel internacional por ser de fácil distribución y amigable con el medio ambiente.

Beneficios del uso del GLP

Gran poder calorífico, superior al Gas Natural, lo que implica mayor rapidez de calentamiento.
No hay posibilidades de adulterar el combustible.
Combustión perfecta sin producir contaminación ni hollín.
Su impacto en el medio ambiente es significativamente menor en comparación con cualquier combustible sólido.
El gas propano no se congela a bajas temperaturas al igual que otros combustibles.
Máxima comodidad en su almacenamiento y utilización.
El sistema de granel puede ubicarse en cualquier lugar que tenga espacio para el tanque, dándole a este un alto grado de versatilidad.
El gas propano no se modifica ante variables climáticas.
Admite aplicaciones domésticas que otros combustibles no aceptan.
La calidad y uniformidad del Gas Licuado facilita la regulación de la combustión. El hecho de tratarse de un gas de fácil mezclado con el aire permite una mayor eficiencia que con combustibles líquidos ó sólidos.
Utilización de llama directa para algunos procesos en los cuales otros combustibles (por ser contaminantes) no pueden ser utilizados.

CONSEJOS SOBRE EL USO SEGURO DEL GLP

En Gas Austral asumimos un fuerte compromiso con nuestros clientes, con la calidad y el uso seguro de nuestros productos. Recomendamos a nuestros usuarios la atenta lectura de las siguientes recomendaciones:

Para conectar o desconectar una garrafa, mantener cerrada la válvula de la misma y verificar que el lugar esté debidamente ventilado, que no haya llamas en las proximidades, ni resistencias eléctricas funcionando o personas fumando.
Al retirar el sello del envase nuevo, deberá tener especial cuidado de no dañar el anillo de goma/tapón de la válvula del cilindro. Para esto se recomienda retirar el sello/precinto de abajo hacia arriba. El anillo de goma/tapón permite que la conexión del regulador con la válvula del cilindro sea hermética.
Antes de conectar la garrafa, verificar que el flexible conector se encuentre en buenas condiciones y sea apto para la presión de trabajo y resistente a los gases de los hidrocarburos. Controlar que las abrazaderas estén bien ajustadas.
Una vez conectada, verificar que la o las válvulas que habilitan al artefacto estén debidamente cerradas, luego abrir lentamente la válvula de la garrafa y verificar con agua jabonosa (detergente) que no haya pérdidas en la propia válvula ni en las conexiones.
La garrafa debe ubicarse parada en un lugar bien ventilado; nunca en un sótano o en una casa sin ventilación. Evite golpes y roces al manipular los envases.
La garrafa o cilindro debe ser conectado siguiendo la normativa establecida por el ente regulador correspondiente.

PARA EVITAR FUGAS

Solicite, al menos una vez al año, un instalador autorizado que realice un mantenimiento de las instalaciones interiores y los artefactos de gas. Este técnico debe hacer una limpieza interna de estufas, cocinas y calefones, cuyos conductos se pueden obstruir por la acumulación de suciedad.
Verificar si la conexión del regulador a un envase de gas fue correctamente realizada.
No utilizar mangueras de jardín en vez de flexibles de gas certificados en las conexiones. Las mangueras de jardín no tienen resistencia suficiente para instalaciones a gas.
No usar herramientas filosas como cuchillos o tijeras para retirar el sello de seguridad/ precinto del cilindro de gas, puede dañar el anillo de goma/tapón de la válvula del cilindro. Este anillo/tapón es el que sella la conexión entre el cilindro y el regulador, y si está dañado, seguramente habrá fugas.

SI AL ENTRAR A UNA HABITACIÓN O INMUEBLE SIENTE OLOR A GAS

De inmediato abrir todas las puertas y ventanas para que se pueda ventilar.
Cortar el suministro de gas y energía eléctrica.
No realizar acciones que produzcan chispas, como encender la luz o algún aparato eléctrico.
No realizar llamadas telefónicas, porque los aparatos actuales son electrónicos y tienen dispositivos que pueden generar pequeños arcos de corriente y chispas.
Luego de haber ventilado el recinto buscar la fuga con agua jabonosa, aplicándola con un pincel, esponja o brocha en los lugares donde cree que puede estar la fuga. Así, el escape de gas provocará burbujas.

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